El ser humano es la única especie que entierra a sus difuntos y lo hace desde la época de los neardentales. Sin embargo, cada religión despide a su manera y a partir de sus profundas creencias. ‘Contigo hasta el final’, este blog de Memorial San Ángel, hace un interesante y amplio retrato sobre los diversos ritos y tradiciones funerarias de las religiones más seguidas en el mundo.
Cuando muere uno de sus seguidores, en el Judaísmo se acostumbra hacer un lavado del cadáver para purificarlo, hombres a hombres y mujeres a mujeres, para luego envolver el cuerpo en un sudario blanco. Esta fe no contempla la cremación, así es que los cuerpos se sepultan. Antiguamente se enterraban sin ataúd, pero hace ya tiempo que se usan féretros, en cuya cabecera aparece la estrella de David: emblema de paz y equilibro.No se usa poner flores sobre la caja mortuoria, pero sí se habitúa colocarle encima una piedra como señal de que el ser querido ha estado presente en su evento de despedida.
En las costumbres mortuorias judías las flores, contrario a otras religiones, son consideradas un adorno frívolo. Solo algunas familias las toman en cuenta cuando así se los aconseja el Rabino.Durante el entierro, se cubren los espejos y objetos lujosos de decoración; ningún símbolo de vanidad debe estar a la vista. Y una de las costumbres insigne es cuando los miembros de la familia del difunto se rasgan las vestiduras en señal de dolor y para obtener alivio. Dicha vestimenta se debe conservar durante días o semanas, tiempo durante el cual los hombres, en señal de duelo, no se rasuran. Esta tradición se conoce como Kria.
El entierro en sí es una ceremonia muy sencilla, por lo general no dura más de 20 minutos. La noche después del entierro, un amigo cercano a la familia los invita a una cena en su casa, como una forma cotidiana de expresar que la vida continúa. A partir de ese momento, empiezan las visitas y atenciones de condolencias, que no se suelen recibir antes de la ceremonia por el Anninut. Se trata de un periodo posterior al fallecimiento en el que la familia se reserva su sentimiento de dolor para sí misma.Todo lo que conforma el ritual funerario judío tiene como objetivo honrar la memoria de quien ya no está y consolar a sus seres queridos.
Los siete días posteriores al entierro, conocidos como Shivá, la familia y amigos se reúnen en casa del fallecido para conmemorar su vida y unirse en el luto. No se permite asistir a fiestas de ninguna índole.En la segunda etapa del duelo, llamada Shloshim, se empiezan a retomar las actividades rutinarias, y un mes después del entierro, el luto deja de ser obligatorio. Y el tercer periodo, el Avelut, se extiende por doce meses y usualmente solo se aplica en caso de la muerte de los padres.Cada creencia trae consigo una despedida distinta… En la próxima actualización de este blog ‘Contigo hasta el final’, continuaremos el recorrido por los ritos funerarios del Islam, el Catolicismo, las Iglesias Evangélicas, el Budismo, los Testigos de Jehová y otras religiones. No todos vamos para el mismo lado ni de la misma forma, todo depende de nuestra fe y nuestras costumbres.Memorial San Ángel, ‘Contigo hasta el final’…
La entrada La muerte, desde distintas perspectivas. se publicó primero en Memorial San Angel.
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