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"La inclusión no es solo un término,
es un compromiso diario
de aceptación y respeto
por la diversidad."
Stella Young
El duelo es un proceso natural que experimentan los individuos después de perder a alguien o algo significativo en sus vidas. Sin embargo, para personas con síndrome de Asperger u otras neurodivergencias, este proceso puede presentar desafíos adicionales debido a su forma única de procesar emociones y relacionarse con el mundo.
Muchas veces, los familiares y cuidadores de personas con TEA o síndrome de Asperger los excluyen del proceso del duelo por considerar que no tienen la capacidad de entender el significado de la muerte o porque habrá repercusiones emocionales difíciles de superar.
Sin embargo, expertos consideran que
enseñarles sobre la muerte y los rituales funerarios en edades tempranas, acompañándolos en la
compresión, afrontamiento y
entendimiento del dolor (así como de la ansiedad y el estrés), es esencial para ayudarlos a atravesar la pérdida de seres queridos de forma más saludable, sobre todo cuando fallecen personas de las que dependen en sus actividades diarias.
La “pedagogía de la muerte” ofrece herramientas que permiten abordar conceptos abstractos por medio de
recursos como la música o apoyos visuales, como fotografías, diagramas, listas o dibujos. Asimismo, las historias pueden ser una alternativa para comunicar a un niño autista la muerte de algún familiar, de manera simple, concisa y didáctica, para atraer su atención.
Las personas con Síndrome de Asperger o neurodivergencias similares pueden experimentar y expresar el duelo de manera atípica, lo que a menudo es malinterpretado por los demás. Algunos pueden parecer insensibles o distantes, pudiendo hablar de temas intrascendentes en ese momento, mientras que otros pueden mostrar emociones intensas que no se ajustan a las expectativas convencionales.
Las personas con Síndrome de Asperger a menudo tienen dificultades para comprender y manejar las emociones propias y ajenas. Pueden tener complicaciones para identificar y procesar sus propios sentimientos de pérdida, así como empatizar con el dolor y otras reacciones de quienes les rodean. Esto puede hacer que alejen a su red de apoyo durante la pérdida.
La rigidez cognitiva, común en personas con síndrome de Asperger, puede dificultar la adaptación a los cambios que acompañan al proceso de duelo, como aceptar la pérdida y ajustarse a una nueva realidad, lo que prolonga el proceso de duelo.
Las personas con síndrome de Asperger a menudo encuentran consuelo en la estructura y la rutina. El duelo puede perturbar estas rutinas, lo que aumenta la ansiedad y complica el proceso de adaptación.
Es crucial que durante el duelo las personas con síndrome de Asperger reciban
apoyo especializado y adaptaciones según sus necesidades individuales. Esto puede incluir terapia con profesionales capacitados en neurodiversidad, así como el acceso a recursos que proporcionen apoyo emocional y
estrategias de afrontamiento específicas para su perfil cognitivo y emocional.
El duelo puede ser especialmente desafiante para personas con síndrome de Asperger y otras neurodivergencias debido a sus
diferencias en
percepción, comprensión y manejo de las emociones, así como su necesidad de estructura y rutina. Sin embargo, con el apoyo adecuado y las adaptaciones necesarias, estas personas pueden encontrar formas significativas de procesar su pérdida. Te recordamos que en
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