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"A veces necesito que los demás me apoyen, pero entiendo que no siempre es posible, que cada uno tiene sus circunstancias."
Anónimo
Muchas veces pasamos por alto el papel fundamental que tenemos como pacientes en el cuidado de nuestra salud. A menudo, dependemos completamente de los médicos y tratamientos sin darnos cuenta de que nuestra participación activa es clave para lograr un bienestar integral.
La
Organización Mundial de la Salud define la Prevención como “Medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida”.
En este sentido, la participación de paciente no solo contribuye en la recuperación de su salud, sino también permite que la responsabilidad de los cuidados y atenciones
no recaiga únicamente en los
familiares que han decido apoyar en la enfermedad.
Esto significa hacer preguntas, expresar tus preocupaciones y comprender los diagnósticos y tratamientos que te recomiendan. No tengas miedo de pedir una segunda opinión si es necesario. Antes de asistir a una cita médica,
anota las preguntas o inquietudes que tengas. Esto te ayudará a no olvidar ningún detalle importante durante la consulta.
Sigue los tratamientos y recomendaciones médicas al pie de la letra. Esto incluye tomar los medicamentos correctamente, asistir a las citas de seguimiento y cumplir con las indicaciones sobre alimentación o actividad física. Utiliza alarmas o aplicaciones móviles para recordar cuándo debes tomar tus medicamentos o asistir a tus citas.
Establecer una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente y evitar hábitos dañinos como el consumo de alcohol o tabaco son decisiones que tú puedes tomar para mejorar tu salud. Intenta incorporar pequeñas rutinas saludables en tu día a día, como
caminar 30 minutos o incluir más vegetales en tus comidas.
Ser consciente de los riesgos a los que te expones, ya sea en casa o en el trabajo, es fundamental para prevenir accidentes y complicaciones. Utilizar equipo de seguridad cuando sea necesario, evitar el sedentarismo y reducir el estrés también son formas de cuidar tu salud física y mental.
Si trabajas en un entorno peligroso, asegúrate de recibir la
capacitación adecuada sobre medidas de seguridad y utiliza el equipo necesario para protegerte.
Es importante que conozcas y mantengas un registro actualizado de tu historial médico. Saber qué enfermedades has tenido, qué medicamentos tomas y qué vacunas necesitas puede ayudarte a prevenir complicaciones futuras. Haz un
calendario de vacunas, tratamientos y revisiones anuales para asegurarte de que estás al día con tus cuidados preventivos.
Participar en programas de detección temprana, como mamografías, colonoscopias y exámenes de salud regulares, es una forma proactiva de cuidar tu salud. Pregunta a tu médico sobre los programas de prevención disponibles según tu edad, sexo y antecedentes familiares.
Estrés, ansiedad y depresión pueden afectar seriamente tu calidad de vida si no se abordan a tiempo. No dudes en buscar ayuda si sientes que tu salud mental está afectando tu vida diaria.
Participar en terapias, realizar actividades relajantes y mantener una red de apoyo son acciones importantes para cuidar tu salud emocional.
Cuando un paciente enfrenta una enfermedad o proceso de duelo, involucrarse activamente en su propio cuidado puede ser un factor clave para su bienestar emocional y físico.
Recuperar un sentido de control: En momentos de vulnerabilidad, como cuando se enfrenta una enfermedad grave o la pérdida de un ser querido, el paciente puede sentir que muchas decisiones están fuera de sus manos. Participar en su propio cuidado le brinda una oportunidad de tomar decisiones activas, lo que contribuye a su sentido de empoderamiento.
Conexión emocional y personal: La participación en el cuidado personal fomenta una conexión más profunda entre el paciente y su cuerpo, así como una mayor conciencia de sus necesidades emocionales y físicas. También genera un sentimiento de progreso y esperanza, lo que fortalece su ánimo para seguir adelante.
Fomento del autocuidado a largo plazo: Los pacientes que aprenden a tomar un rol activo en su proceso de cuidado desarrollan habilidades que pueden seguir utilizando a largo plazo. Se considera que la participación "sensibiliza y tiene efecto activador", dando como resultado mayor deseo por aprender. De hecho, pacientes, familiares y cuidadores adquieren conocimientos que permiten reforzar su seguridad, ya que han sufrido fallos o errores, o han sido espectadores en situaciones de riesgo.
El paciente tiene un papel activo en el cuidado de su salud. Tomar decisiones informadas, seguir las recomendaciones médicas y adoptar hábitos saludables son pasos clave para garantizar tu bienestar y facilitar las atenciones de los cuidadores,
sobre todo ante enfermedades complicadas. En Memorial San Ángel nos importa brindar paz y tranquilidad en los momentos más difíciles, por esto te recordamos que estamos contigo hasta el final.
Te recordamos que la única forma de comunicación que tenemos contigo es desde los números telefónicos:
56 2482 2700 y
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